Este es el resultado de varios años de un desarrollo sostenido de la UST en frentes de estructura y gobernanza, cuerpo académico, implementación del Modelo de Formación, oferta de postgrado y actividades de investigación, con foco en la calidad y sustentados por mecanismos de retroalimentación para la mejora continua, muchos de los cuales se ven reflejados en los logros alcanzados en 2021.
Durante el año, la UST avanzó hacia la presencialidad, focalizándose en actividades prácticas irremplazables, en especial aquellas pendientes de 2020. Hacia el segundo semestre del año la presencialidad se incrementó, sumando nuevas asignaturas, especialmente aquellas definidas como troncales, y avanzando en la toma de evaluaciones presenciales en las distintas sedes. Esto requirió una programación de actividades, que tuvo en consideración la limitación de los aforos y los protocolos sanitarios definidos para ello. A medida que se fueron abriendo los campos de práctica para recibir estudiantes, fue posible concluir todas las actividades que se vieron postergadas en 2020, estimándose que durante el primer semestre de 2022 podrán cerrarse aquellas que no se pudieron concretar en 2021.
De la misma forma, se mantuvieron las estrategias remotas que se habían implementado el año anterior, como softwares de simulación clínica, plataformas de trabajo o atención a distancia, que permitieron cubrir actividades prácticas sin afectar el logro de los resultados de aprendizaje en distintas áreas disciplinares, como ingeniería y psicología y, particularmente, en salud. Igualmente, la VRAIP continuó aplicando una serie de medidas de apoyo complementarias a la formación para disminuir las brechas y asegurar el logro de los aprendizajes”.